Hace dieciocho años, con la ilusión de marcar una diferencia, abrimos las puertas de nuestra gestoría. La idea era sencilla pero ambiciosa: ayudar a autónomos y pequeñas y medianas empresas a navegar por el complejo mundo de las finanzas. No queríamos ser simples tramitadores de papeles, sino verdaderos aliados estratégicos de nuestros clientes.
Con cada balance analizado, con cada estado de cuenta escrutado, nos sumergíamos en el corazón de cada negocio. Íbamos más allá de los números fríos, buscando entender la historia detrás de cada empresa, las aspiraciones de cada emprendedor. Con nuestros análisis detallados, les señalábamos sus fortalezas, sus áreas de mejora y les proponíamos acciones concretas para alcanzar sus objetivos.
La satisfacción de ver cómo nuestros clientes prosperaban gracias a nuestros consejos era nuestra mayor recompensa. Poco a poco, nuestra reputación se fue consolidando y cada vez más empresas confiaban en nosotros. Pero a medida que crecíamos, nos dimos cuenta de que nuestra metodología, aunque efectiva, tenía sus limitaciones. Los análisis manuales en Excel, si bien nos permitían una gran flexibilidad, nos consumían una cantidad de tiempo y recursos cada vez mayor. La búsqueda de un software que automatizara los procesos y ofreciera análisis más rápidos se convirtió en una obsesión. Exploramos el mercado, pero no encontramos ninguna solución que se adaptara a nuestras necesidades y a nuestra visión de la gestión empresarial.
Fue entonces cuando decidimos dar un paso audaz: crear nuestro propio software. Un software que no solo automatizara los procesos contables, sino que también ofreciese análisis financieros profundos y personalizados. Así nació RedInn, una herramienta que nos permitió ahorrar un 80% del tiempo dedicado a la gestión contable, financiera y analítica y, lo más importante, centrarnos en lo que realmente nos apasionaba: la relación con nuestros clientes.
Con RedInn en nuestras manos, nos dimos cuenta de que habíamos creado algo mucho más grande de lo que habíamos imaginado. Era una herramienta que podía transformar la forma en que las empresas gestionaban sus finanzas y tomaban decisiones. Fue entonces cuando tomamos la difícil decisión de vender nuestra gestoría y dedicarnos por completo al desarrollo y comercialización de RedInn.
Sabíamos que estábamos dejando atrás una parte importante de nuestras vidas, pero también sentíamos una profunda satisfacción al saber que nuestro sueño de ayudar a las empresas a crecer y prosperar continuaría viviendo a través de esta nueva aventura.
En beneficio de sus trabajadores, clientes y proveedores, esta empresa cumple escrupulosamente con la actual legislación obligatoria vigente para Pymes y Autónomos, y tiene implantados los siguientes protocolos: